
Vero pudo montarse por vez primera en un paquidermo y después, reflexionar que los elefantes estaban un poco tristes porque estaban haciendo algo que ellos no querían, porque no están en su país.
Empieza el espectáculo, todos a sus puestos, comienza la música, luces arriba, luces por todas partes, primer show de acróbatas, Vero gritaba wow! en cada acto. “Mami, cool!”
El segundo show, el de los caballos de paso, también la impresionó pero de otra manera. A los diez segundo de haber empezado, me preguntaba porque aquel hombre del látigo les pegaba a los caballos.
-“Así les hace entender lo que deben hacer, pero solo les da pasito, no les duele”
- “Mami pero se escucha aquí arriba!”
- “Mira Vero!, mira como bailan siguiendo el ritmo de la música, y hasta hacen reverencias! Ya se van, mira, mira!”
- “Menos mal mami! Se ven cansados…”
Vero, últimamente, ha desarrollado una gran sensibilidad por todo lo que la rodea: los animales, la basura, el agua, la familia, los amigos, los sentimientos, etc. Según me cuenta, su maestra les habla siempre al respecto.