Le Marché public dans l'ambiance du 18e siècle



El fin de semana tuvo lugar en el Vieux Port (Viejo Puerto) el Mercado Público en el ambiente del siglo 18, promovido, en parte, por el museo Pointè-a-Callière de arqueología e historia de Québec.






Dicho mercado recrea la atmósfera del lugar donde por la primera vez se realizó el mercado público en esta ciudad, al lado del museo mismo.






Mostrando no solamente algunos de los productos agrícolas que se encontraban para esas fechas, sino muestras artesanales, hechas al momento con las mismas herramientas y materiales de la época.




La reseña del museo indica que la exposición es como una máquina del tiempo que remonta a los visitantes 300 años en el pasado, presentando como se vivía y cuál era la realidad de los Montrealeses bajo el régimen francés.



Músicos, artesanos haciendo lo suyo, bandas militares, campamentos indígenas e interacciones con personajes de la época hacen que el día pase muy rápido, mientras escuchas en cada puesto las historias de cómo se hacía, como se vivía o como se comía.





Una experiencia siempre interesante y que hemos tenido la suerte de visitarla desde que llegamos. Este año la encontramos bastante llena, pero no fue un impedimento para disfrutarla al máximo.



Se acabaron las vacaciones!!

Preparando los útiles escolares de la Vero, recordé la emoción que cada año traía la entrada de la escuela. Sobre todo areglar los útiles nuevos, porque nadie puede negar lo rico que huelen las cajas de colores nuevecitas, o las cartucheras por dentro, el olor de la goma de borrar sin utilizar y lo lindo que se vé el morralito limpiecito. Lo divertido que es forrar los cuadernos y llenarlos de calcomanías y dibujitos.

El 29 de agosto comienzan las clases de Verónica. Se acabaron campamentos vacacionales, levantadas tardes, tele al mediodía, almuerzos calienticos o paseos en la mañana a la piscina.

Ahora empieza la lectura, la matemática y la escritura... aahhhh... que Dios nos agarre confesadas!!

La Tiby

Mi reluciente corcel

Durante 23 meses y 8 días (y todavía) el sistema de transporte público de Montreal (y algunos amigos) nos llevaron y/o nos acercaron hasta donde quisimos (o pudimos).

Hasta que hace unos cuantos días, mi caballero (esoooo) embestido en reluciente armadura (esooo otra vez!!) nos trajo el corcel con el que libraremos las batallas que nos correspondan, de una manera rápida y sin retardos!!

La Vero no cabe de la emoción, y si pudiera dormiría sobre (dentro de) nuestro corcel.

Aún no lo he podido cabalgar a mi gusto y antojo por falta de algunos permisos de poca monta (la licencia nada mas!) y aún no salimos del asombro y susto, pero que rico es asomarse desde la ventana y verlo, saberlo nuestro!!

Por ahora estamos en la dulce tarea de unir las piezas del "rompecabezas" que era, hasta hace poca, la ciudad de Montreal y poder tener finalmente la gran fotografía.

A diario descubrimos rutas, giros, luces, manías, leyes y estacionamientos. Es muy rico re-descubrirla; y luego de Montreal vendrá toooodo el entorno... uno bien grande!!

Del Blanco al Azul

Despues de batirse en largo duelo...


Aquí les dejo las pruebas de como La Vero, en su curso de natación, pasó (finalmente) del nivel blanco al azul.


Felicitaciones mi Sirenita Blanca, digo...AZUL!!!

La Tiby