El fin de semana tuvo lugar en el Vieux Port (Viejo Puerto) el Mercado Público en el ambiente del siglo 18, promovido, en parte, por el museo Pointè-a-Callière de arqueología e historia de Québec.
Dicho mercado recrea la atmósfera del lugar donde por la primera vez se realizó el mercado público en esta ciudad, al lado del museo mismo.
Mostrando no solamente algunos de los productos agrícolas que se encontraban para esas fechas, sino muestras artesanales, hechas al momento con las mismas herramientas y materiales de la época.
La reseña del museo indica que la exposición es como una máquina del tiempo que remonta a los visitantes 300 años en el pasado, presentando como se vivía y cuál era la realidad de los Montrealeses bajo el régimen francés.
Músicos, artesanos haciendo lo suyo, bandas militares, campamentos indígenas e interacciones con personajes de la época hacen que el día pase muy rápido, mientras escuchas en cada puesto las historias de cómo se hacía, como se vivía o como se comía.
Una experiencia siempre interesante y que hemos tenido la suerte de visitarla desde que llegamos. Este año la encontramos bastante llena, pero no fue un impedimento para disfrutarla al máximo.